Bueno, tras un tiempo que sinceramente se me ha hecho eterno, en el que me he cargado de paciencia para intentar elegir correctamente, pues finalmente ya está aquí el GT3 que andaba buscando. Lo tenían en el Centro Porsche Girona. De este concesionario sólo puedo hablar muy bien: me han tratado con mucha profesionalidad, proporcionándome todo el historial y datos que tenían del vehículo (y que yo he podido contrastar por mi lado con algunas fuentes ajenas al concesionario). Además me lo han entregado con ruedas nuevas, así como discos delanteros y pastillas nuevas; llantas reparadas, pintado paragolpes trasero (que tenía algún roce), pasada revisión y, por supuesto, garantía Porsche Approved. También me han puesto el labio delantero nuevo.
Al final me decidí por un MkII, aunque inicialmente buscaba un MkI. Todo aquel con el que he hablado este tiempo y que conoce bien el coche me decía que, si podía alcanzarlo, intentara ir por un MkII. También me he auto-convencido de que siendo el último GT3 con motor derivado de competición y manual, puede guardar mejor su valor. Razones bastante peregrinas en el fondo: a ver qué me iban a decir, y eso de guardar valor...
Os adjunto unas fotos para que juzguéis vosotros mismos. Son anteriores a mi compra, pero bastante chulas.
Sobre sensaciones, qué puedo decir. Os recuerdo que vengo de un GT-R. Son coches muy distintos. El GT3 es más lento (en aceleración), pero todo resulta más "natural" que en el GT-R. Tengo ganas de entrar en circuito (con el GT3, claro), para acercarme más a sus límites. El GT-R era quizás demasiado fácil: traccionaba de forma increíble (muy fácil colocar el coche a la salida de la curva y salir muy rápido), y el cambio de levas lo hacía todo sencillo. Increíblemente efectivo (sorprendía sobre todo su paso por curva, con lo que pesaba). Tengo ganas de complicarme un poco la existencia y ganar en sensaciones. Eso sí, el GT-R es una obra de ingeniería digna de admiración, lo que han hecho esos japos es increíble. El GT3 suena mejor, es más cómodo (aunque mucho menos práctico). Sí, más cómodo, pese a los baquets. Echaba también mucho de menos el atmosférico frente al turbo. Estirar hasta más de 8.000 rpm no tiene precio. Aunque para gustos, los colores. Me fascinan también algunos detalles técnicos como el PADM (los soportes del motor de dureza variable). Lo bien que está terminado el coche: todo está en su sitio, tiene aspecto sólido. Aunque la pantalla central, los menús y demás no tiene nada que hacer frente a la pantalla táctil del GT-R...
No quiero dejar de dar las gracias a todos los que me habéis ayudado y orientado en la compra. Vuestros consejos han sido enormemente valiosos. Espero poder agradecéroslo personalmente en el próximo track day en el que coincidamos.
¡Saludos a todos!
Al final me decidí por un MkII, aunque inicialmente buscaba un MkI. Todo aquel con el que he hablado este tiempo y que conoce bien el coche me decía que, si podía alcanzarlo, intentara ir por un MkII. También me he auto-convencido de que siendo el último GT3 con motor derivado de competición y manual, puede guardar mejor su valor. Razones bastante peregrinas en el fondo: a ver qué me iban a decir, y eso de guardar valor...
Os adjunto unas fotos para que juzguéis vosotros mismos. Son anteriores a mi compra, pero bastante chulas.
Sobre sensaciones, qué puedo decir. Os recuerdo que vengo de un GT-R. Son coches muy distintos. El GT3 es más lento (en aceleración), pero todo resulta más "natural" que en el GT-R. Tengo ganas de entrar en circuito (con el GT3, claro), para acercarme más a sus límites. El GT-R era quizás demasiado fácil: traccionaba de forma increíble (muy fácil colocar el coche a la salida de la curva y salir muy rápido), y el cambio de levas lo hacía todo sencillo. Increíblemente efectivo (sorprendía sobre todo su paso por curva, con lo que pesaba). Tengo ganas de complicarme un poco la existencia y ganar en sensaciones. Eso sí, el GT-R es una obra de ingeniería digna de admiración, lo que han hecho esos japos es increíble. El GT3 suena mejor, es más cómodo (aunque mucho menos práctico). Sí, más cómodo, pese a los baquets. Echaba también mucho de menos el atmosférico frente al turbo. Estirar hasta más de 8.000 rpm no tiene precio. Aunque para gustos, los colores. Me fascinan también algunos detalles técnicos como el PADM (los soportes del motor de dureza variable). Lo bien que está terminado el coche: todo está en su sitio, tiene aspecto sólido. Aunque la pantalla central, los menús y demás no tiene nada que hacer frente a la pantalla táctil del GT-R...
No quiero dejar de dar las gracias a todos los que me habéis ayudado y orientado en la compra. Vuestros consejos han sido enormemente valiosos. Espero poder agradecéroslo personalmente en el próximo track day en el que coincidamos.
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