Para empezar nuestra historia, podemos consultar cualquier biografía, oficial o no de Ferdinand Porsche, así nos enteraremos de que nació en 1875, en una localidad llamada Maffersdorf, en la región de Bohemia, que en aquellos tiempos formaba parte del imperio Austrohúngaro y que hoy es la República Checa. Era el tercer hijo del fontanero Anton Porsche y su esposa Anna. Desde pequeño se le noto afición por todo lo relacionado con la mecánica y en particular la electricidad, a los trece años instaló un timbre eléctrico en su casa y tres años más tarde hizo la totalidad de la instalación eléctrica.
A los 18 años se marcha a Viena a trabajar en la empresa Bela Egger (hoy día Brown Boveri). Dadas sus carencias formativas, la capital austriaca le permitió formarse en la Universidad Técnica, donde acudía a las clases nocturnas. Lo peculiar es que como no tenía dinero para pagar la matrícula, se colaba al fondo del aula para tomar notas.
El primer empleo relacionado con la entonces naciente industria del automóvil lo consiguió a los 23 años como ingeniero y piloto de pruebas con Jacob Lohner. Dos años más tarde conseguiría, en la Exposición Universal de Paris, un gran éxito con su primer diseño, el Lohner Porsche, dotado de motores eléctricos en cada rueda (y casi 50 años antes del primer coche con su nombre). La prensa se deshizo en halagos sobre lo que consideró una innovación que haría historia. El propio Lohner comentaba que Porsche tenía una gran carrera por delante y que se volvería a hablar de él.
El Lohner Porsche, tenía un chasis ligero y un centro de gravedad muy bajo, lo que lo hacía muy manejable, planteándose una versión de carreras que alcanzara la velocidad de 59 KM/h. El propio Porsche ganaba el Rally de Exelberg con uno de los coches. Soltado el rollo histórico, volvamos al slot que es lo que nos interesa. El Lohner Porsche evidentemente no se ha realizado en slot, ni en plástico, ni en resina, ni (que yo sepa) hay kit para motorizar, así que no esperéis verlo por nuestras pistas.
De lo innovador de la idea nos podemos hacer una idea, puesto que en los años 70, cuando la NASA desarrollaba su vehículo lunar, se fijaron en el diseño del Lohner Porsche que se tomó como modelo para desarrollar lo que hoy conocemos como Rover Lunar. Este si que lo podemos ver en slot, ya que hace algunos años se ponía a la venta. Uno de los modelos de slot más peculiares que se pueda imaginar, y que se vendía acompañado por un par de astronautas.
Las fotos que muestro son de la fase de pruebas en el desierto de Nevada.. ;-)
Curioso, con la antena reproducida y las diferentes cámaras y sensores...
Años más tarde, la curiosa disposición motriz siguió inspirando vehículos, como el Hummer H1, vehículo de origen militar que entro en servicio en 1984 que también tiene motores independientes en cada rueda. Las primeras unidades de Hummer que rodaron por las pistas de slot, fueron kits estáticos a 1/35, convenientemente transformados. La reproducción en plástico la hizo Power Slot, en dos versiones, caja completa y pick up, vamos con ellas.
La primera impresión que nos produce es que es un coche grande, y muy grande. La marca madrileña hizo un gran trabajo de reproducción.
Además la forma en que el coche lleva complementos, como la baca con sus ruedas de repuesto, latas de gasolina, etc. la hacen muy agradecida de ver. En mi opinión y poniéndonos exquisitos, la única pega que le podemos poner es que la tampografía blanca no cubre totalmente sobre el fondo negro del coche.
La versión pick up es similar en tamaño, pero al tener esa peculiar trasera parece menos "mastodonte".
También lleva diversos elementos decorativos en la parte trasera.
Un par de fotos de familia, para comparar ambos coches.
Continuará.....
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