mercredi 10 août 2016

Diez años y cien mil kilómetros depués

Un día de hace diez años, entró de nuevo en mi vida un 911. Cuatro años antes había vendido un 993 C2. Venderlo fue un error y el “mono 911” una vez inoculado es difícil de quitar.

En esta ocasión opté por un 964 C4, me gustaba su aire retro y su fama de estar menos filtrado. Llegué a dudar porque en ciertos momentos lo consideraba un paso atrás; nada más lejos de la realidad, era un pura sangre.

No fue fácil encontrarlo. Probé unos cuantos y tengo que decir que gracias a mi experiencia anterior la cosa salió bien, de otra forma me la hubieran metido doblada. Mal cuidados, rezumando aceite, trampeando fallos a todas luces palpables y un sinfín de etcs….

Desde el primer momento supe que, salvo una contrariedad no contemplada, se quedaría en casa por muuucho tiempo. Creo que estos vehículos míticos hay que conservarlos y tenerlos no solo cuidados, sino mimados.

Cada año que pasaba me identificaba más con él. Su línea retro, su respuesta y fiabilidad me hicieron olvidar el 993, pues casi le igualaba y en algunos casos le superaba ya que el 993 tenía un cambio Tiptronic y eso le penalizaba.

A los cuatro años decidí hacerle la Gran Parada (vocablo que introduje en el foro haciendo referencia a acometer una intervención total del motor y de otras partes) en Baltasar. Quería tener un coche sin problemas para muchos años. El resultado no ha podido ser mejor, 70.000 Kms después, el coche va como la seda con una entrega del motor que en nada tiene que envidiar a mi ex 993. Jamás he tenido ningún problema mecánico y realizo viajes de más de 1.000 Kms. Ni que decir tiene que el mantenimiento es puntual y esmerado.

Como muchas veces nos pasa, no puedo negar que he tenido momentos de crisis en que he estado a punto de cambiarlo por mi otro sueño, el 993 C4S, pero cuando lo probaba y de nuevo subía al 964, no encontraba ninguna justificación para el cambio, más bien era al contrario ya que difícilmente estaban en las condiciones mecánicas que se encontraba mi 964.

Diez años y 100.000 Kms después de su compra, me sigue apasionando como el primer día. Girar la llave en la parte izquierda, oír rugir ese motor único, oler a aceite quemado, a cuero, sentir la flotabilidad del tren delantero sin el menor síntoma de inseguridad, son sensaciones que solo un “air” te puede dar.

Desde el año 2006 estos coches han tenido una revalorización que creo injustificada; como consecuencia, en muchos casos, ha hecho que amantes de estos mitos con recursos limitados para este tipo de capricho, no puedan adquirirlos y se han convertido en vehículos de lujo. Una pena porque una de las mayores satisfacciones es “pegar la hebra” con propietarios, que con cierto sacrificio y mucho amor a la marca, compartimos experiencias. Hacer de este automóvil un vehículo de colección o de inversión le quita ese punto de “rebeldía” sobre lo tecnológico y comercial que domina el mercado automovilístico actual.

Como siempre digo: “estos coches no se compran, hay que buscarlos”

Gracias a este inigualable foro desde hace también diez años, he hecho amigos con los que he compartido kedadas, afición y mucho más. He aprendido mucho y he aportado lo que he podido. Cuando compré mi primer Porsche en 1990, la soledad era absoluta, difícilmente se podía compartir nada y los conocimientos que tenía sobre la marca y problemas de los modelos eran muy escasos.

Solo he querido compartir mis sensaciones con el 964 y sus diez años conmigo. Si habéis llegado hasta aquí os doy las gracias y si no, lo intentaré la próxima década.:D


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