Hola Porchistas,
El motivo de este post no es otro que compartáis vuestra experiencia/sabiduría como (ex-)propietarios de un Porsche.
Tras toda una vida soñado con tener un 911, hace 2 años conseguí que se hiciera relidad. Compré el coche que siempre había querido, un 911 3.2.
Este sueño vino acompañado de otra gran noticia; el nacimiento de mi primer hijo.
El plan era perfecto: utilizar el coche durante los fines de semana para escapadas con mi mujer y el peque.
Iluso de mí, pensé que esto sería tan sencillo como meter la sillita del bebé en la parte trasera, y a viajar.
Tras investigar en muchos foros llegué a la conclusión que tendré que esperar unos años hasta que el peque sea mayor y se pueda montar la silla adecuada en el coche.
Así pues, lo que era un planazo para 3 se han convertido en un plan "obligado" para 1.
Hasta el momento el uso del coche se reduce a escapadas, solo, 1 hora los Sábados o Domingos a eso de las 7 de la mañana, para estar de vuelta y ayudar con las tareas.
Como podréis imaginar, con ese margen de maniobra apenas da tiempo a pasear siempre por la misma zona (una carretera local en una península preciosa, con muchas curvas, pero ya muy trabajada).
En en lado positivo apuntar que me ha picado el gusanillo de la mecánica, cosa que hasta hace meses parecía impensable. Me lancé a relizar tareas básicas (cambio de aceite, filtros, equipo de sonido...), me he documentado, disfruto siguiendo hilos de gente que hace restauraciones/mantenimiento en sus máquinas. La lástima, que el coche y herramientas las tengo en el almacén donde curro, por tanto enredar con el cacharro significa "escaparme" de casa.
Yendo al grano.... veo que cada día utilizo menos el coche (el año pasado un total de 2,000 millas), llegando a convertirse en una "obligación" el sacarlo del garaje.
Por otro lado disfruto del mero hecho de hacerle fotos, de saber que tengo un Porsche!, y de fantansear en que dentro de XX años podré escaparme con la familia un fin de semanal, o que podré llevármelo de vuelta a España para cuidarlo y disfrutarlo (allí sí espero tener tiempo, sitio donde dejarlo, tiempo y familiares con los que disfrutar de él).
Resumiendo ¿habéis pasado por una situación similar?
¿Vendísteis y os arrepentísteis?. ¿Tiene sentido anteponer la lógica al corazón esta vez?
¿Es mejor seguir disfrutándolo con cuentagotas durante estos años?
:[question]
Saludoss
El motivo de este post no es otro que compartáis vuestra experiencia/sabiduría como (ex-)propietarios de un Porsche.
Tras toda una vida soñado con tener un 911, hace 2 años conseguí que se hiciera relidad. Compré el coche que siempre había querido, un 911 3.2.
Este sueño vino acompañado de otra gran noticia; el nacimiento de mi primer hijo.
El plan era perfecto: utilizar el coche durante los fines de semana para escapadas con mi mujer y el peque.
Iluso de mí, pensé que esto sería tan sencillo como meter la sillita del bebé en la parte trasera, y a viajar.
Tras investigar en muchos foros llegué a la conclusión que tendré que esperar unos años hasta que el peque sea mayor y se pueda montar la silla adecuada en el coche.
Así pues, lo que era un planazo para 3 se han convertido en un plan "obligado" para 1.
Hasta el momento el uso del coche se reduce a escapadas, solo, 1 hora los Sábados o Domingos a eso de las 7 de la mañana, para estar de vuelta y ayudar con las tareas.
Como podréis imaginar, con ese margen de maniobra apenas da tiempo a pasear siempre por la misma zona (una carretera local en una península preciosa, con muchas curvas, pero ya muy trabajada).
En en lado positivo apuntar que me ha picado el gusanillo de la mecánica, cosa que hasta hace meses parecía impensable. Me lancé a relizar tareas básicas (cambio de aceite, filtros, equipo de sonido...), me he documentado, disfruto siguiendo hilos de gente que hace restauraciones/mantenimiento en sus máquinas. La lástima, que el coche y herramientas las tengo en el almacén donde curro, por tanto enredar con el cacharro significa "escaparme" de casa.
Yendo al grano.... veo que cada día utilizo menos el coche (el año pasado un total de 2,000 millas), llegando a convertirse en una "obligación" el sacarlo del garaje.
Por otro lado disfruto del mero hecho de hacerle fotos, de saber que tengo un Porsche!, y de fantansear en que dentro de XX años podré escaparme con la familia un fin de semanal, o que podré llevármelo de vuelta a España para cuidarlo y disfrutarlo (allí sí espero tener tiempo, sitio donde dejarlo, tiempo y familiares con los que disfrutar de él).
Resumiendo ¿habéis pasado por una situación similar?
¿Vendísteis y os arrepentísteis?. ¿Tiene sentido anteponer la lógica al corazón esta vez?
¿Es mejor seguir disfrutándolo con cuentagotas durante estos años?
:[question]
Saludoss
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