Aquí tenemos el coche en cuestión y el estado original de las llantas.
Lo cierto es que, en general, todas las llantas necesitaban una buena mano de pintura y, ya puestos, su dueño decidió cambiarles el color. Para ello se optó por una pintura efecto cromo que nos permite elegir la tonalidad de la llanta a medida que vamos pintando.
El procedimiento consiste en dar un fondo negro sobre el que a posteriori se aplican finas capas de pintura plata de alto brillo hasta conseguir el color deseado. De esta forma podemos ir aclarando el color poco a poco hasta llegar al tono buscado.
Finalmente se eligió un tono oscuro que simulaba un color antracita aunque, dependiendo de la cantidad de luz que incide sobre las llantas, éstas ofrecen múltiples tonalidades a cuál más espectacular. Es un color mucho más rico que un antracita puro.
Las siguientes fotos están hechas en el exterior con la mala suerte de que hacía un día nublado y las fotos no hacen justicia a la realidad.
Esperamos que os haya gustado el reportaje :[thumb]
Lo cierto es que, en general, todas las llantas necesitaban una buena mano de pintura y, ya puestos, su dueño decidió cambiarles el color. Para ello se optó por una pintura efecto cromo que nos permite elegir la tonalidad de la llanta a medida que vamos pintando.
El procedimiento consiste en dar un fondo negro sobre el que a posteriori se aplican finas capas de pintura plata de alto brillo hasta conseguir el color deseado. De esta forma podemos ir aclarando el color poco a poco hasta llegar al tono buscado.
Finalmente se eligió un tono oscuro que simulaba un color antracita aunque, dependiendo de la cantidad de luz que incide sobre las llantas, éstas ofrecen múltiples tonalidades a cuál más espectacular. Es un color mucho más rico que un antracita puro.
Las siguientes fotos están hechas en el exterior con la mala suerte de que hacía un día nublado y las fotos no hacen justicia a la realidad.
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